¿Qué hacemos? Una pareja agonizaba por saber cómo relacionarse con amigos y familiares que habían decidido vivir ajenos a principios bíblicos. Al estudiar las Escrituras y orar, surgió un curso de acción: primero, reforzaron su amor a sus amigos y seres queridos; segundo, les expresaron lo bueno sobre ellos según el diseño de Dios; y tercero, compartieron cómo interactuarían con ellos conforme a la sabiduría bíblica. Con el tiempo, al expresar un amor semejante al de Cristo, fueron desarrollando una mayor confianza relacional mutua.
Es probable que Oseas se preguntara cómo relacionarse con su esposa: una mujer cuyo estilo de vida elegido no honraba a Dios ni a él. Dios le indicó al profeta: «Ve y vuelve a amar a tu esposa, aunque sea amante de otro y adúltera» (Oseas 3:1 NVI). Su relación con ella simbolizaba el propio desafío de Dios con la rebelde Israel. Aunque habían elegido un camino equivocado, Él proveyó un curso de acción, diciéndoles que «los [amaría] de pura gracia» (14:4), pero que escogieran sus caminos porque «son rectos» (v. 9).
A medida que Dios nos dé sabiduría y discernimiento, sigamos extendiendo su amor y verdad a los que han escogido formas de vida no bíblicas. Su ejemplo proporciona el curso de acción.
De: Tom Felten