Salmo 119.147,148

Ayer estudiamos la importancia de confiar y esperar en Dios. Veamos hoy tres requisitos adicionales:

1. Meditar. Si queremos conocer la mente de Dios, debemos meditar en su Palabra (Sal 119.27). No necesitamos elegir versículos “específicos” para conocer su voluntad. Él tiene el poder de dirigirnos desde cualquier parte de la Biblia. Nuestra parte es buscar sabiduría en la Biblia durante un período continuo de tiempo.

2. Escuchar. Debemos hacer un esfuerzo por aprender a reconocer el impulso del Espíritu Santo. Si estamos estudiando un pasaje de las Sagradas Escrituras, Él arrojará luz sobre su significado para que podamos entender cómo Dios nos está dirigiendo. O traerá a nuestra memoria un pasaje que hemos aprendido y revelará cómo se aplica a nuestra situación (Jn 14.26).

3. Caminar. Una última lección sobre la obediencia es que a veces debemos caminar incluso cuando el camino no esté claro. Abraham es un buen ejemplo. El Señor le dijo que se marchara de su tierra natal, pero no especificó el destino.

Al comenzar la semana, piense en la importancia de la obediencia en la vida de fe. Luego, pregúntele a Dios qué quiere Él que usted haga primero: si confiar, esperar, meditar, escuchar o caminar con Él.

Biblia en un año: JUAN 8-9