Lucas 10.38-42

Cristo amaba a Marta, María y Lázaro (Jn 11.5), y el pasaje de hoy habla de una ocasión en que Él y los discípulos visitaron a esta familia. Brindar hospitalidad, sin duda, implicaba una gran preparación. Marta, sin embargo, en todo su ajetreo, perdió de vista la importancia de pasar tiempo con el Señor.

Pero no nos apresuremos a juzgarla. Como seguidores de Cristo, sabemos que Él debe tener el primer lugar. Nuestros pensamientos, actitudes y acciones deben fluir de nuestra relación con Él. Sin embargo, también es cierto que, esto no siempre es fácil de hacer.

Cuando el Señor llegó, María dejó de hacer lo que estaba haciendo para escuchar sus palabras y aprender de Él. Marta, distraída por lo que quedaba por hacer, siguió trabajando. El Señor apoyó la elección de María de estar con Él e instó a Marta a seguir el ejemplo de su hermana. Ambas mujeres expresaron su amor por el Señor con sus acciones, pero María eligió la mejor.

Nada debe reemplazar nuestra relación con el Señor; nuestra conducta debe reflejar a Cristo (Ef 4.24). Durante la visita del Señor, Marta, con buenas intenciones, permitió que su servicio se volviera más importante que el tiempo con Él. Que no perdamos el enfoque, incluso en los momentos más ocupados de nuestra vida.

Biblia en un año: LUCAS 14-16