Mi amiga Jerrie tenía un breve receso, así que nos apuramos para entrar en un restaurante de comidas rápidas para almorzar. Casi al mismo tiempo, seis jóvenes entraron delante de nosotras y se pararon frente a las dos cajas, para asegurarse de que pudieran ordenar primero. En ese momento, oí que Jerrie se decía susurrando: «Muestra gracia ahora». ¡Vaya! Sin duda habría sido bueno que nos dejaran pasar primero, pero qué gran recordatorio sobre pensar en las necesidades y los deseos de los demás, y no solo en los míos.
La Biblia nos enseña que el amor es paciente, benigno y generoso; que «no se irrita» (1 Corintios 13:5). El comentarista Matthew Henry escribió sobre este amor: «Suele […] preferir el bienestar, la satisfacción y la ventaja [de los demás] al suyo propio». La clase de amor de Dios piensa primero en los demás.
En un mundo donde muchos nos irritamos fácilmente, tenemos la oportunidad de pedirle a Dios ayuda y gracia para ser pacientes y benignos con los demás (v. 4). Proverbios 19:11 agrega: «La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa».
Esta clase de amor en acción honra a Dios, y Él podría usarlo para generar en nosotros pensamientos de amor hacia los demás. Con su fortaleza, aprovechemos cada oportunidad para mostrar gracia ahora.
De: Anne Cetas