2 Crónicas 20.1-15

Ayer vimos cómo Elías desafió audazmente a los profetas de Baal. El pasaje de hoy se centra en el rey Josafat, quien al enterarse de que se acercaba un ejército, buscó a Dios para obtener dirección y fortaleza, y luego llamó a la nación a hacer lo mismo. Esto nos ayuda a saber lo que se requiere para que la oración sea poderosa:

  • Dependencia de Dios. Sus peticiones mostraron una profunda confianza en el Señor. Sabiendo que la victoria estaba más allá de sus propias capacidades, pidieron a Dios que interviniera.
  • Enfoque en el plan de Dios. Elías hizo las cosas a la manera de Dios a pesar de las dificultades (1 R 19.1, 2). Josafat llamó a la nación a ayunar mientras buscaba el plan del Señor. Gracias a que buscaron una estrategia en Dios, ambos hombres tenían un objetivo claro que los guio en medio de las dificultades.
  • Pureza de intención. Los dos líderes tenían intenciones centradas en Dios y el objetivo de promover los propósitos de Él.
  • Confianza en la fidelidad de Dios. Nadie dudó en pedir públicamente la ayuda divina. Elías pidió a Dios que pusiera a prueba a los 450 profetas enemigos, y Josafat dijo a todo Israel que orara.

Si sus oraciones parecen estar teniendo poco impacto, pida al Señor que le ayude a seguir los ejemplos de Elías y Josafat, y esté listo para la respuesta.

Biblia en un año: HECHOS 12-13