¿Alguna vez se ha sentido acorralado, con todo en su contra? En situaciones así, debemos considerar que quizás Dios esté detrás de nuestras circunstancias difíciles (Ro 8.28).
Quizás piense: De ninguna manera. Dios me protege de tales cosas. Pero tal vez, solo tal vez, Dios esté tratando de decirle algo, y primero necesita captar su atención.
Una y otra vez en la Biblia, vemos que Dios usa las dificultades para aumentar nuestra fe y recordarnos que solo Él es la fuente de nuestra fortaleza.
Consideremos el pasaje de hoy. Gedeón estaba listo para liderar un ejército de 32.000 hombres a la batalla. Sin embargo, Dios intervino en la situación, reduciendo el ejército israelita a menos del uno por ciento de su tamaño original. Podríamos haber respondido: “¿Qué? ¡Es imposible derrotar las fuerzas enemigas con solo 300 hombres!”. Eso probablemente sea cierto; 300 hombres solos no podrían hacerlo, pero con Dios sí pudieron, y esa es la lección que Gedeón aprendió.
Cuando las probabilidades no estén a su favor, no piense que Dios le ha abandonado. Manténgase firme y enfocado en Él. Se asombrará de lo que su Padre celestial logrará.
Biblia en un año: MATEO 16-18