El 11 de septiembre de 2023, a 22 años del ataque contra los Estados Unidos, un maravilloso arcoíris doble embelleció el cielo de Nueva York, lo que generó una sensación de esperanza y paz a los que estuvieron allí cuando cayeron las Torres Gemelas. Un video tomado en ese momento captó los arcoíris que surgían desde el propio World Trade Center.

Desde la época de Noé, los arcoíris han transmitido una garantía de la fidelidad de Dios. En los albores del juicio de Dios sobre el pecado, que resultó en una destrucción inimaginable, Él estableció ese faro colorido como un recordatorio visual «del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente» (Génesis 9:16). Después de 40 días de lluvia y meses de inundación (7:17-24), apenas podemos imaginar la alegría con que Noé y su familia habrán recibido el arcoíris: la «señal del pacto» (9:12-13), que rememoraba la fidelidad de Dios respecto a que «no [habría] más diluvio para destruir la tierra» (v. 11).

Cuando enfrentemos días oscuros y pérdidas trágicas, ya sea por catástrofes naturales, enfermedades o dolores físicos o emocionales, miremos a Dios para hallar esperanza. Aunque no percibamos ningún atisbo de su arcoíris en esos momentos, podemos estar seguros de que Él cumple fielmente sus promesas.

De: Kirsten Holmberg