En la película animada Toy Story, los juguetes de un niño cobran vida cada vez que sale de la habitación o se queda dormido. Un personaje, Buzz Lightyear, grita su eslogan característico mientras demuestra su capacidad de volar por la habitación: «¡Al infinito y más allá!».

Es una frase que ha confundido a muchos. ¿No es el infinito lo más lejos que se puede llegar? ¿Cómo puede haber algo «más allá» del infinito? Basándose en la sabiduría de los antiguos filósofos griegos, el matemático Ian Stewart sugiere que lo que hay más allá del infinito son infinitos aún mayores.

Jesús parece emplear ese esfuerzo exponencial en el ámbito del perdón. Cuando Pedro preguntó acerca de perdonar a otra persona: «¿Cuántas veces debo perdonarlo? ¿Hasta siete veces?». Jesús respondió: «No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete» (Mateo 18:21-22 rvc). Jesús continúa contando una parábola en la que compara a dos deudores, y señala que cuando alguien se arrepiente de verdad de su error, no hay límite en el número de veces que debemos perdonar. Debemos perdonar como Dios nos perdona (v. 33).

Esto puede parecernos imposible. Por eso necesitamos pedir constantemente ayuda a Dios. La gente perdonada perdona a los demás. ¡Hasta el infinito y más allá!

De: Elisa Morgan