¿Qué es lo primero que usted piensa cuando se despierta? ¿Están sus pensamientos enfocados en el día que tiene por delante, o están centrados en el Señor? Lo más importante y que nos ahorra más tiempo cada día es pasar tiempo con nuestro Padre celestial.
Sin embargo, muchos nos sentimos tan presionados que pensamos que no hay tiempo suficiente para Dios. Comenzamos nuestro día, y después nos preguntamos por qué estamos tan confundidos e insatisfechos. Incluso si nuestro deseo es seguir a Dios, no sabemos hacia dónde nos está guiando, ya que nunca nos detuvimos a recibir las instrucciones del día (Sal 143.8).
Quizás el problema sea la lógica humana. Pensamos que el tiempo dedicado a leer y orar resultará en tener menos tiempo y menor productividad. Sin embargo, si buscamos la dirección y sabiduría de Cristo, Él logrará más a través de nosotros de lo que podemos hacer por nosotros mismos. Él nos dará sabiduría para tomar buenas decisiones, aumentará nuestras fuerzas y energía, y nos librará de la ansiedad que nos hace perder el tiempo (Fil 4.6).
Cuando dedique tiempo para Él, el Señor le llenará de paz y gozo, le guiará, le dará sabiduría, dará poder para obedecer, le hará más productivo y le reconfortará con su amor.
Biblia en un año: LUCAS 10-11