Cuando nos enamoramos, queremos pasar tiempo con la persona que amamos. Enamorarse de Cristo no debería ser diferente, pero los creyentes a menudo leen la Biblia y oran apresurados. El resultado es una fe superficial que se mantiene viva por el hábito en lugar de la adoración. Para lograr una intimidad duradera, debemos acercarnos al Señor con un sentido de…
- Propósito: El rey David aconsejó a los líderes de Israel: “Busquen al Señor su Dios de todo corazón y con toda el alma” (1 Cr 22.19 NVI). Del mismo modo, si deseamos relacionarnos con el Señor, debemos abordar intencionalmente las disciplinas espirituales. Antes de abrir la Biblia, por ejemplo, podemos preguntarle a Dios qué quiere decirnos. También podemos orar por entender sus caminos; a Él le encanta responder esa petición.
- Determinación: Isaías dijo a Jehová: “Mi espíritu dentro de mí te busca con diligencia” (Is 26.9 LBLA). Incluso cuando no tengamos ganas de dedicar tiempo a nuestra relación con Cristo, debemos hacerlo. Quienes buscan al Salvador experimentan su presencia al adorarlo.
Conocer a Cristo trae gozo a la vida del creyente. Al prestar atención a Dios y pasar tiempo con Él le demostramos que lo amamos. Dios nos da lo mejor de sí; no debemos dar menos a cambio.
Biblia en un año: MARCOS 13-14