El mundo se asombró cuando cuatro hermanos, de uno a trece años de edad, fueron encontrados vivos en la selva del Amazonas en junio de 2023. Habían sobrevivido después de un accidente de avión, donde murió su madre. Los niños, familiarizados con el entorno selvático, se escondieron de los animales en troncos de árboles, juntaron agua de arroyos y de lluvia en botellas, y comieron restos de alimentos del accidente.

Dios sostuvo a los hermanos.

Esta historia maravillosa me recuerda cómo sostuvo Dios a los israelitas en el desierto durante 40 años, tal como se registra en Éxodo y Números, y se menciona a lo largo de toda la Biblia. Preservó sus vidas para que conocieran que Él era su Dios.

Guio a su pueblo con una columna de nube durante el día y otra de fuego por la noche, convirtió agua amarga en potable y dos veces la proveyó de una roca. También les dio maná: «Moisés les dijo: Es el pan que el Señor os da para comer. Esto es lo que el Señor ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer» (Éxodo 16:15-16).

El mismo Dios nos provee «nuestro pan cotidiano» (Mateo 6:11 rva). Podemos confiar en que suplirá nuestras necesidades «conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús» (Filipenses 4:19). ¡Qué poderoso es el Dios al que servimos!

De: Nancy Gavilanes